jueves, 22 de mayo de 2008

historial: año 2004.

En diciembre del año 2004, dársena3 presentó su sello de poesía, "El pez de plata", y los dos primeros títulos de la colección, Adela de Andrés Gallina y Josele de Matías Moscardi. El proyecto de "El pez de plata" se pensó y funciona hasta la fecha de manera cooperativa y fue un modo de poner en circulación textos de escritores de acá, que luego se extendió a otros escritores de allá o acullá. La selección fue y es el punto de partida (indeclinable) y la diversidad de poéticas el punto de llegada.






















(Fragmento de la presentación de "El pez de plata", por Ana Porrúa)

La coincidencia fue, realmente, que las primeras plaquetas de la colección El pez de plata, sean a la vez los primeros libros publicados por Moscardi y Gallina.
Algo sobre estos libros: en principio, que están raramente hermanados. Sabemos que el Gallo y Matías escriben a cuatro manos, pero estos libros individuales tienen a su vez puntos en común. Se trata de dos personajes, es decir, de dos propuestas de alejamiento de la “interioridad” por llamarla de algún modo. Dos poetas que hablan de otro/otra y dicen….. en voz muy baja el Galo: “Adela es mi abuela, sabías?” y casi a los gritos Moscardi: “Josele, existe, posta, es un amigo”. Y luego, en la lectura uno descubre que no se trata de la abuela o del amigo, sino de otros que están ahí para decir contar pequeñas historias e, incluso, para decir algunas cosas propias.
Los dos libros, las dos plaquetas tienen un hilo de plata en la ironía, aunque de modos distintos. Las dos, se escriben desde una economía inquebrantable: Adela comienza con estos versos: “Adela/ una vieja en un geriátrico”. Y Josele, con los siguientes: “Josele respira en un mundo que no”. El principio, así, parece la nada, pero a la vez es la apertura máxima de lo que saldrá de ese pequeño enunciado.
Creo que Josele y Adela hablan una lengua poética de época. En la poesía estas lenguas existen y no están por debajo de las estridentes que rompen con los tonos del momento, como cuando Vallejo escribió los versos de Trilce. Hablar el lenguaje de la época, el que no es disonante es muy difícil y eso se notó en el trabajo de corrección de Adela (cuyos últimos intentos de seguir escribiéndose fueron frenados por la realidad de la publicación) y en las de Josele (que en realidad es el tercer o cuatro libro de Moscardi desde que se decidió el proyecto de las plaquetas). Hablar el lenguaje de la época es riesgoso, con un nivel de riesgo diferente al de las vanguardias (que por otra parte no sabemos si pueden existir hoy en día). Supone un público con un oído adiestrado, tal vez, pero justamente por esto, impone el trabajo para hacer que ese oído capte lo distinto como cuando en Josele se lee “en una rotisería mira el reloj/ del microondas/ y piensa: dos minutos/ no pueden ser tanto tiempo”, o como en uno de los poemas de Adela que dice “Pero no hubo ni un solo rencor./ Sólo un balbuceo/ (que siempre funciona como refutación)./ “Lo que dignifica es el trabajo”, / amor es un estruendo que retumba/ como un bolero/ en el aire.” Porque cuando terminamos de leer estos poemas decimos….seguramente….cómo lo hicieron. Cómo pasaron de lo banal a la pregunta a fondo. Cómo de la consigna antigua (para Gallina, especialmente) al tono casi cursi del bolero amoroso? Ese es el pasaje que deben construir y sostener los que hablan el lenguaje de la época y creo que Adela y Josele lo hacen de manera impecable.
Y ahora los dejo con Moscardi y Gallina, que se presentarán en contrapunto.










Adela de Andrés Gallina y Josele de Matías Moscardi en uno de los exhibidores de dársena3 (la foto es posterior; en ese momento parece que no teníamos cámara). El diseño y arte de tapa de ambas plaquetas es de Marina Porrúa.






Adela, Andrés Gallina (Mar del Plata, dársena3, colección "El pez de plata", noviembre de 2004).


Residencia del Sol.


1

Adela: una vieja en un geriátrico.

2

Cronus, Alplax
Sinemet, Stelapar:
Todo lo que le hace falta.

3


Memoriosa:
se acuerda de algo.

Los ojos de girar el momento
los pies sumergidos
en un blanco y negro.

Todo lo que le pasó fue un invierno.

4

Adela es chiquita ahora
sueña que juega.

5

Es domingo y si es domingo canta:
“pon tus manos en las manos del señor
que calma el mar”.

6

A veces muere los domingos.

7

Adela se siente reina del geriátrico:
la bañan.

8

Una visita es la de todos:
es masas finas
es cambiar el agua del mate
es la danza de las Diosas.

(Adela no se relaja)
(Adela vigila)

9

Los negros de Camerún son mutantes,
perdimos el primer partido.
Adela parece preocupada
piensa en Bilardo
cómo estará el narigón
se pregunta,
qué hará esta noche.
Por el momento:
enciende un cigarrillo
y tararea estrategias
piensa
-quizá-
en negarle la capitanía
al Diego,
el próximo partido.

10

Ni asilo ni geriátrico:
Residencia.



Josele, Matías Moscardi (Mar del Plata, dársena3, colección "El pez de plata", noviembre de 2004)


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I.

josele respira
en un mundo que no



II. laser shots

1.

un juego a 3,50 la hora

2.

la velocidad de un tema punk
una H de luces intermitentes
algo como una linterna con gatillo

3.

josele piensa en
la guerra

4.

(en su cabeza)
un chaleco laser
a punto de explotar

5.

heridas de colores
ruiditos en el pecho

focos que se apagan
entre el humo artificial
de un espacio alquilado

6.

(en su cabeza)
el propio cuerpo
a punto de explotar

7.

game over

(el juego terminó)

credit 0

(no hay crédito)

press start - insert coin

(sólo resta insertar otra moneda
apretar un botón)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Guau. Así arrancó todo.