lunes, 26 de abril de 2010

Poemas de Iriarte/ Malgieri y Ríos

Van finalmente poemas de las últimas tres plaquetas de "El pez de plata". Fabián Iriarte, Maldita equis, Gastón Malgieri, Porfía y Carlos Ríos, La dicha refinada.


Carlos Ríos, La dicha refinada, 2009


Sexto día.
Un sable prieto
te penetra.

Batallas parejas
en las carnes
que se arriman.

Si algo pende
se corta,
se regala.

Es la regla.

Glándulas
(hijas, tus sobras)
gotean.

Si algo pende
se sacude,
luego se soba.

Es la regla.




Estos globos de mármol,
como mínimo, calientan.

¿Es lo carmesí del prócer
lo que llega y propina?

¿Dúo de bolas mercenarias,
listas para el gran lustre
en el despeño de la carne?

Entrechocan, ay,
cuando las tocas
y si las toco
arden.




Arde el botón.
Exuda. Un hueco
de madre abre
esa cabeza.

Vos también,
(decilo, dilo) buscás
un hueco en mí, no
en mi cabeza.

En eso, al menos,
dos personas desnudas
se evitan en nosotros,
casi idénticas.




Lo que se lame
nunca se recuerda.

Lo que sale entra
y lo que queda
es de un tercero.

Lo que se lame
al rato se lamenta.

Es la regla.




Ven acá, araña,
el hombre te saluda
y si no cae en tu tela
es porque él mismo
es piedra.

¿Quién dice
que amar
es cuidarse
de un daño
mayor?

Soy piedra;
no debería amar la piel
pero sí el hueso
que en lo bajo
la domina,
la cuelga del mundo
como transporte
o fábula.
Un cuerpo
ligero,
volátil,
que abras de mañana
y por la medianoche
retires.





Fabián Iriarte, Maldita equis, 2009

mademoiselle rivière


el señor que te retrató / quedate quietita
«une vraie dame ne bouge jamais»
firma sus cartas de amor “monsieur ingres”

y habla de sí mismo en tercera persona
on parle de lui / de l'art pour l'art
a sus discípulos les grita malditos traidores
si no siguen sus lecciones

en el trazo del cuerpo / tu querida mamá
no comprendió jamás qué veía qué veía
le maître en su hija / esa boa

de pieles y los guantes / qué
escándalo dios mío / (tu mamá sospechaba)




dicen que cantan con una furia tan perfecta
(monique wittig, les guerrillères)


canta y canta porque pertenece a esa raza donde nunca
cesan de luchar con lo que venga y a veces lo que
viene es la voz solamente la música solamente canta y
canta porque estaba escondido tanto tiempo pero
guardaba tesoros diamantes que fueron antes
primaveras prohibidas en sus esquinas —en todas—
sus rincones es de los que cantan a las puertas del cielo
de esos de los que se dice que cantan (fin) con una
furia tan perfecta




schreibende figur in spiegel reflektiert

tapados con un manto / ¿para evitar la muerte?
¿ver la noche no irse? ¿escapar el aliento de la cáscara
--------------cuerpo?
¿el alma más allá de jacintos y camelias?
¿impedir su volar? ¿evitar las figuras
que ocurren en el sueño? / cuál era la razón
de tan bárbara costumbre

sentado frente al espejo, qué peligro
(y uno mismo sin espejo qué catástrofe qué
-------------hecatombe
qué catacumba)




la maldita equis


siempre ando buscando la maldita equis
porque sé que cada vez que aparece
es para condenarme / generalmente

condenarme por flexible / por mi experiencia
por ser extremo y exuberante
por una axiología absurda

por exigencias externas
y por profilaxis / por la flor
saxífraga por la ley la dura lex

hasta dios lo escriben con equis
hasta sodoma y látex / marque aquí con una x

maldita maldita equis
maldita equis con sexo
homogéneo y exacto

equis asfixiante y exigua
maldita equis




Gastón Malgieri, Porfía, 2009


III

Ay señora terapeuta
tuve un recuerdo maricón de mi infancia.
El testimonio,
el donde empieza,
el hito,
el primer gestito de loca atormentada,
el mojón de ese kilómetro cero
que supone
que esto arranca cuando
el taco y el inconsciente se me apelmazaron por vez
(primera)
y vi la fálica luz del placer.

Por primera vez
¿usted entiende lo que le digo?

Le hablo de la cremallera abertura que tras de sí
un prepucio asomaba y yo toda enceguecida
gritando ¡Eureka! canjeaba
las Billiken por Playgirl / Marzo del 85
queriendo ser la bujía rota reparada por ese chongo
embadurnado en aceite
estampando
en la tapa del pelo en pecho
mi primera erección rescatable.

Hasta hace un rato
haciendo la cuenta estuve
de restas que suman y nunca me dieron ni parecido
pagándole como una tarada, estuve
por eso que el vecino progre me dijo alguna vez de (chiquita)
que la clase media necesita resolver
sus contradicciones pequeño burguesas,
lavar
sus miserias pequeño burguesas,
hablar
con la moralidad del matrimonio necesita
negar
su sexualidad
o cerrar el culo necesita.
Y si, resulta que además de enfermita le vine a nacer proletaria y estúpida.

¿Todo ese dineral para qué? pensaba esta tonta
y en eso andaba, licenciada
y entonces

¡ay se me vino a la cabeza!

El disco que pintadito con lavandina parecía
Alta Tensión en Sótano Beat
sonaba Tormenta a 45 RPM
“Adiós Chico de mi barrio”
y el Wincofón familiar era, fue entonces
el portal a la dimensión lycra
y a esta altura usted ya sabe
que cuando la lycra apretando comprime
mi querida
pensé por primera vez

QUIERO QUE ME ABRACEN CON MAYÚSCULAS

incinerando el litigio que significaba
atravesar las puertitas del placard parental
reventando el deseo contenido

y ahí nomás me vinieron ganas de ser puto.

¿Usted me entiende?

Que entonces no fue papá.
Fue Tormenta,
a lo sumo Fernando Bravo,
pero no papá.

Con el remolino del tul enaltecido, licenciada
déjeme que le diga que años de diván
no sirvieron de nada
al lado de esta revelación pop.



El unicornio no es azul se fue con otro…

No es lo que el guante representa
sino el detalle de dejarlo sobre la mesa ratona y
el discurso inmoral detrás del cuero opaco
lo que abrió esta yaga.
No no es un afta.
Ni es de tanto reírme.
¿Cuándo fue la última vez que me viste reír?
¿Entonces?
El composé de haber buscado en otro
y sobre todo el arañazo en el pómulo derecho
no dejan lugar a incertidumbres.
La pregunta del colectivero hoy a la mañana fue ésa.
¿Qué vas a hacer con la certeza? ¿eh?
¿La vas a guardar en una cajita para ajuar que
después incrustarás en el mostrador
de una Compañía de Seguros?
¿Le vas a decir al asesor macho
qué hago ahora con esto?
¿Por qué la póliza que contraté no cubre desgarro?
¿Porque es cursi?
¿Porque abonan la teoría de que el tiempo lo cura todo?
Por eso te dejé sobre el guante que
negro opaca la mesa ratona donde
seguramente el otro (mayúsculas y comillas)
revoleó lo más bajo de tu deseo
y largó una carcajada
sólo atribuible a alguien que disfruta
viendo los sketch de Susana Giménez
o que abusa de la palabra nik
con lo que ello signifique.

Te decía
sobre el guante
sobre la mesa ratona
pegadita a la foto de vos y yo
y siendo el tercero
en este caso
un turista neocelandés que se tomó el mismo
-------------ferry (acordate)…
Te decía te dejé una nota.
No dice mucho.
Pregunta interpela o te obliga a hacerte cargo.
Quizás algo en el trazo
enfermo
desprolijo
azul
marica llorándole al desengaño sin cobertura
pero en sí
la nota no dice nada.

O dice dos puntos ¿qué hago ahora conmigo?

2 comentarios:

Nicolás Pedretti dijo...

muy bueno todo. sigan para adelante. saludos

dársena3 dijo...

se agradece el comentario, pedretti. te cuento que en breve se viene fiesta de dársena...... A